Aceite de Bacalao – El Poder Ancestral
El poder ancestral del aceite de bacalao.
Qué es, principales nutrientes y beneficios.
Utilizado durante cientos de años, el aceite de hígado de bacalao solía ser un alimento básico en los hogares entre las décadas de 1920 – 1950. Esto, porque se sabía que ayudaba a acortar los resfriados y las gripes, mejorar los síntomas del asma, aliviar los dolores articulares, prevenir el raquitismo e incluso ¡aumentar la longevidad!
Esta última propiedad fue la que pudo comprobar el Dr. Weston A. Price, un dentista del 1900 que Viajó por todo el mundo para estudiar diferentes etnias y su nutrición. Así, descubrió que las culturas con mayores tasas de longevidad consumían 10 veces la cantidad de Vitamina A en comparación con la alimentación tradicional que tenían las personas de su época. ¿Y cuáles eran los alimentos que estas longevas culturas tenían en común? Pues aceite de hígado de bacalao, hígado de vaca y leche entera ¡cruda!
¿Qué es el aceite de hígado de bacalao?
Tal como su nombre lo indica, se trata de un aceite extraído del hígado del bacalao, un pez graso que nada en las profundidades del Atlántico y del Pacífico.
Pese a su denso olor y sabor, que casi lo hicieron caer en el olvido en muchas culturas, todavía es uno de los suplementos alimentarios más consumidos en el hemisferio norte, en especial en Inglaterra y los países escandinavos donde, en invierno, por escasez de luz solar natural, niños y adultos lo ingieren debido a su alto contenido de Vitamina D, que se sintetiza con la luz solar.
Principales nutrientes
Aunque en Chile su difusión es escasa, razones para tomarlo abundan. El doctor Jaime García Birón, médico nutriólogo de la Universidad de Chile, detalla sus principales componentes y funciones:
-“Vitamina D: Traspasa el calcio a huesos y dientes, contribuyendo a su formación y mineralización. Es esencial para el desarrollo del esqueleto. Regula los niveles de calcio y fósforo en la sangre. Es antirraquítica”.
-“Vitamina A: Ayuda a la salud ocular. Es reconstituyente de enfermedades degenerativas. Estimula el crecimiento”.
-“Omega 3: Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y artritis. Ayuda al funcionamiento cognitivo, visual y del sistema nervioso. Contiene ácidos EPA, potente antiinflamatorio y DHA, importante en el desarrollo cerebral y la retina”.
“El aceite de hígado de bacalao es la mayor fuente de Vitamina D, después del sol”.
Aceite de bacalao, un alimento medicinal
Como hemos visto, este poderoso aceite destaca por ser rico en las Vitaminas liposolubles, A y D, y también fuente de ácidos grasos omega 3. Por esto, tiene potentes propiedades antiinflamatorias, que ayudan a prevenir y tratar diferentes condiciones de salud, tales como:
• Mantener el sistema nervioso en óptimas condiciones.
• Mejorar la Visión.
• Fortalecer los huesos y dientes.
• Ayudar a la regeneración de la piel y las mucosas.
• Prevenir y tratar la depresión, incluso la posparto.
• Ayudar al completo desarrollo del cerebro y del sistema nervioso de los recién nacidos y de niños pequeños.
• Favorece a la salud del sistema cardiovascular y previene enfermedades cardíacas.
• Bajar los niveles de triglicéridos.
• Disminuir la inflamación en todo el cuerpo.
• Aliviar la artritis reumatoide.
• Reducir el n’eng de padecer Alzheimer, y otros tipos de demencia.
• Mejorar la concentración.
• Potenciar las defensas contra gripes y catarros.
• Reducir la incidencia del cáncer, especialmente el de mama y de próstata.
• Combatir la debilidad muscular y ayudar en la fibromialgia.
Elixir embellecedor
El poder del aceite de bacalao contribuye a mejorar nuestra apariencia. “En la piel, los omega 3 evitan alergias y resequedad y disminuyen los signos del envejecimiento. La vitamina A, por su parte, es vital para el recambio normal de las diferentes capas de la dermis y la producción natural de grasa protectora.
¿Cómo tomarlo?
Actualmente, es posible encontrar el aceite de hígado de bacalao en cápsulas, o como aceite naturalmente saborizado con cítricos; en este formato, la recomendación usual es de 1 a 2 cucharaditas por día, todos los días.